La botritis, también conocida como moho gris o pudrición de los cogollos , es una enfermedad extremadamente común relacionada con la humedad, que se encuentra en los invernaderos de todo el mundo. Con más de 200 especies conocidas, este hongo patógeno afecta a la mayoría de las frutas y verduras, así como a las flores y al cannabis. La prevención de la botritis es clave para muchos sectores hortícolas diferentes.

Efectos y síntomas de la botritis

El moho gris comienza cuando el hongo botrytis cinerea se infiltra en la planta, a través de tejidos blandos o heridas. Se desarrolla en el interior de la planta y finalmente brota en casi cualquier parte de la planta: hojas, tallos, flores o frutos.

Aunque los síntomas varían, generalmente implican el oscurecimiento y el ablandamiento del tejido en el que erupciona. En etapas posteriores, las esporas comienzan a emerger en forma de pelusa blanca o gris. Eventualmente, el moho gris hará que su huésped se seque, se arrugue y se pudra.

Control y prevención de la botritis

Cuando se trata de enfermedades de interior o de invernadero, prevenir la botritis suele ser mucho más simple y rentable que el tratamiento. Cuando los síntomas se hacen evidentes, la enfermedad ya se ha arraigado, lo que reduce drásticamente la eficacia de los métodos de tratamiento. Además, actualmente no existen remedios no fungicidas comprobados para el moho gris.

Para desarrollar esporas, la botritis requiere condiciones climáticas específicas, que incluyen temperaturas relativamente frescas y altos niveles de humedad. Cuando las condiciones son adecuadas, las esporas comienzan a desarrollarse. Luego son transportados fácilmente por el viento, transportados por personas o arrojados por las salpicaduras de agua, lo que dificulta mucho el control de su propagación.

Una vez reubicadas, las esporas necesitan germinar e infiltrarse en la planta para causar algún daño. La germinación solo es posible donde hay agua libre, es decir, una superficie húmeda.

Negarle al hongo sus condiciones preferidas es la clave para prevenir la botritis. Hay muchos métodos diferentes de control climático de invernadero. La mejor apuesta de un productor es utilizar una combinación de todas las medidas.

  • Evitar la presencia de agua

Uno de los requisitos más básicos para que la botritis se propague es el agua, sin la cual las esporas no pueden desarrollarse.

Regar correctamente, directo al suelo evitando las hojas, disminuirá drásticamente la presencia de agua e inhibirá la germinación.

También debe regar durante las horas de la mañana, para permitir que los cultivos se sequen a la luz del sol.

  • Reducir la humedad

No toda el agua proviene del riego. Las plantas transpiran constantemente y el agua se evapora del suelo. Todo este vapor de agua está contenido en el aire, en forma de humedad. Cuando la humedad se acumula, comienza a condensarse en superficies más frías, como barandillas, varios elementos estructurales o incluso las hojas mismas.

Incluso si se evita la condensación, los altos niveles de humedad por sí solos son suficientes para iniciar la germinación.

Mantener niveles más bajos de humedad relativa y eliminar la amenaza de condensación, con el uso de deshumidificadores, es uno de los métodos más básicos para prevenir la botritis, así como otras enfermedades fúngicas.

  • Pode y no sobrecargue

En un ecosistema abarrotado, con follaje denso, el vapor de agua tiene dificultad para dispersarse, creando bolsas de humedad muy alta alrededor de las plantas. Estos bolsillos se conocen como capas límite .

Extender la ubicación de las plantas permitirá que fluya más aire a través del dosel, lo que reducirá la acumulación de humedad.

La poda de plantas demasiado grandes también puede ayudar a crear un entorno menos concurrido. Es importante desinfectar cualquier equipo al ir de una planta a otra, ya que cualquier contacto puede transportar esporas e infectar plantas adicionales.

  • Aumentar la circulación de aire

Otra forma de reducir la humedad y mejorar la salud de las plantas es incorporando circulación de aire.

Cualquier movimiento de aire puede ayudar a dispersar las capas límite. Pero mientras que la mayoría de los esquemas de flujo de aire son esporádicos, creando diferentes condiciones climáticas en diferentes áreas, la circulación de aire es un sistema circular bien pensado.

Un brote de botritis en cualquier parte del invernadero puede provocar una infección rápida de todo el espacio. La circulación de aire adecuada ayuda a homogeneizar las condiciones climáticas del invernadero, disminuyendo las posibilidades de que se acumule humedad en un área determinada.

  • Mantenga el suelo limpio

Una buena administración del invernadero siempre es algo bueno. Los desechos en forma de hojas o frutas que caen al suelo comienzan a descomponerse rápidamente, proporcionando la plataforma perfecta para que enfermedades, como la botritis, se arraiguen, desarrollen esporas y se diseminen por el invernadero.

En el caso de enfermedades fúngicas, mantener un lecho de suelo limpio y sin obstrucciones es aún más crucial. Las esporas pueden viajar en el agua, incluso en pequeñas salpicaduras. Cualquier material en el suelo aumenta el peligro de goteo de agua, al hacer que salpique, arroje esporas e infecte las plantas cercanas.

  • Evite herir las plantas

Botrytis comienza su viaje intentando infiltrarse en las plantas, y cualquier herida puede ser la vía de entrada.

Es extremadamente importante, al cuidar el cultivo, tener cuidado de no dañar la pulpa de la planta, lo que dificulta que se produzca una infección.

  • Mantener una radiación adecuada

La radiación, ya sea en forma de luz solar o luz artificial, ayuda a evaporar el agua libre que pueda entrar en el invernadero, convirtiéndose en una herramienta más para combatir la humedad.

Pero la radiación no se trata solo de secar. Un esquema de iluminación adecuado mejorará la salud de la planta, el metabolismo y la fotosíntesis, fortaleciendo la planta y mejorando su sistema inmunológico. Esto puede ayudar a prevenir cualquier enfermedad, al reducir la susceptibilidad de los cultivos.

  • Aplicar aceite de neem

El aceite de neem actúa como un fungicida natural y puede ayudar a reducir la concentración de esporas de hongos.

La aplicación regular de aceite de neem, como medida preventiva, puede reducir drásticamente las posibilidades de un brote de botritis. También brinda el beneficio adicional de actuar como un pesticida natural, disminuyendo las poblaciones de insectos dañinos en el proceso.

Es posible hacer un spray casero de aceite de neem, mezclando 1-5 mililitros de aceite de neem, 1-2 mililitros de jabón líquido y 1 litro de agua.

El aceite de neem se puede encontrar en la mayoría de las tiendas naturistas y no es dañino para los humanos.

  • Eliminar las plantas infectadas

Eliminar cualquier planta que pueda haber sido infectada es el último consejo y el último recurso cuando se trata de prevención. Es fundamental para detener la propagación de un brote ya activo, aunque es preferible evitar esta situación en primer lugar.

Debes retirar cualquier planta desechada del espacio de inmediato para evitar que las esporas se propaguen.

Las plantas infectadas no deben compostarse, ya que las esporas permanecen activas y pueden causar futuros brotes.